domingo, 31 de diciembre de 2006

mi SUEÑO DE UNA tarde DE VERANO


I

Desde aquel momento que abrió los ojos, supo q ya no estaba en aquel hermoso lugar dónde se había acostado, era en realidad muy extraño acá, y aunq sin duda era un territorio desconocido y desagradable, no se sentía de ninguna manera atemorizado. A pasos de su despertar, comenzaba a recordar poco a poco, cada minuto, le acercaba más a aquella realidad q tuvo antes de cerrar y volver a abrir sus ojos, aquella realidad, ahora lejana. Recordó que allá siempre resultó ser más grande de lo normal para su edad, más apuesto y más inteligente, obviamente, que los otros chicos de su edad; gustaba de ser siempre el centro de atención y objeto de las conversaciones. De pronto recordó una cosa más, aquello q llevaba en la cabeza, pues el llevaba algo en la cabeza, algo de momento muy pesado(y aunq no lo aceptara, molestoso); esto que llevaba era un símbolo, q aunque su piel era finamente morena, el tenía la sangre muy azul, más aun, era un príncipe; recordó además, que aunq, en este momento no llevara espada, ni caballo, el había sido armado noble caballero del reino, de aquel reino, allá muy lejos, sin idea de dónde…

Al ver su cuerpo pudo notar que en verdad era él, era el pequeño príncipe de un reino que el mismo no recordaba, quien se había quedado dormido(ni idea cuanto tiempo), y hoy acá en este lugar inhóspito y sobretodo extraño, donde lo único seguro parecía ser que éste, no era ni fue su reino. Ahora que lo elemental estaba recordado, aparecía otra duda mucho más importante, y tal vés, mayormente intrigante…. Qué hacía acá??; entonces…para poder entender razones (cómo suelen hacer los inteligentes), decidió dejar de preguntarse el mismo, y comenzar mejor a preguntarle a su entorno, comenzó a mirar, observar hasta estudiar, este extraño ambiente muy desierto q se le presentaba hoy ante sus ojos; que razones pudieron haberlo motivado a escapar de su hermoso reino, para traerlo a este extraña tierra de interrogaciones. Aunque el desierto parecía estar muy escaso de vida, estaba lleno de cuerpos andantes (miento, aglomerado!), de prisa ligera, y rostros con expresiones que no había visto antes. Todas estas personas pasaban por su lado sin detenerse, algunos miraban y creaban un semicírculo con sus labios, en especial aquellos de cuerpo esbelto, cabello largo y finas facciones, pero nadie se detenía y menos cambiaba el sentido de su camino, parecían no poder hacerlo o tal vez no interesarle; y en este aspecto nuestro personaje puso mucha atención, nunca había visto algo parecido, la gente solía caminar en grupos, pero estos grupos nunca se mantenían por mucho tiempo, pues cada uno siempre seguía su propio sentido al caminar, sentido que no solía parecerse al de otro, por lo que es fácil imaginarse que a la larga terminaban todos alejándose, pero acercándose a otros salientes del mismo proceso, siguiendo así un extraño circulo vicioso, que no podía dejar de aturdir al principito, y ahora si, ya estaba comenzando a sentirse un poco temeroso, sin entender razón, porque el sabia muy bien, que un príncipe nunca tiene miedo, pues en él descansa el coraje y destino de todo un reino.

A pesar de que parecía confundirse más, el principito no dejaba de observar y observar hasta estudiar, el comportamiento de estas personas, porque sabia que debería llegar a comprender (todos lo hacen). Claro, para entenderlo, decidió acercarse a ellos, comprometerse en lo posible con el ambiente, para algo debería estar allí, era tiempo de saberlo; en ese momento se dio cuenta que estaba parado, y como siempre es difícil dar el primer paso, el principito tuvo algunas dudas, al comienzo no tuvo idea que dirección debería tomar, pues los sentidos de la gente eran en absoluto, todos los posibles; así que cerró sus ojos y fue hacia delante(para avanzar), al abrir sus ojos después del primer paso, tuvo una muy extraña, sensación en la boca de su estomago, nunk había sentido algo así, no era hambre, pero se sentía peor, eran como si algo le caminará en el estómago, pensó que durante su sueño, tal vez algunas hormigas hicieron un nido en su estomago, la sólo idea le erizo la piel, y eso también se sintió horrible; era parecido al temor, pero era peor, la idea de perderse entre ellos, hacerse uno de ellos, y olvidar su naturaleza única de realeza, de su reino y de todo cuanto vale para él, aunq extrañamente tampoco eso estaba claro ahora; pero nadie tan especial puede olvidarse de lo que es por mucho tiempo, por que lo especial llama y salta en el corazón de los afortunados (aunq ellos nunk puedan entender porque se les llama así).

Un descubrimiento más reciente, que le fue otorgado por la necesidad, fue que en este extraño mundo no existían espejos ni ninguna clase de reflejo que t pueda dar idea de lo que eres, nadie podía verse a si mismo sino a través de las pupilas de sus compañeros, pero imagínense!!, nadie tenia verdaderos compañeros!!, en verdad este si que era un mundo de locos para el principito…(continuará)

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